Para la clase obrera, una clase cuya conciencia es el arma más preciada, aprender de su propia experiencia tiene una importancia fundamental. Cada vez que actúa en su propio terreno, de forma masiva, unida y solidaria y, sobre todo, con un ímpetu revolucionario, deja importantes lecciones para el futuro, lecciones que la clase debe aprehender y utilizar para sus futuras acciones.